Quiero daros algunos rasgos profesionales que debe tener el buen mediador




Algunos de los valores diferenciales que tiene la Mediación y su mediadora/or, por los que ha logrado la rápida integración en sociedades como la norteamericana y en algunos países centro europeos y latinoamericanos; son la polivalencia, la flexibilidad y la capacidad de adaptación  que atesora el modelo de actuación y su profesional en cada litigio que se le presenta. 
Se establece como una herramienta, como ya sabemos, capaz de resolver los conflictos cotidianos de nuestro día a día, como pueden ser las disputas familiares o entre empresas, pero la Mediación también otorga la posibilidad de realizar una gestión óptima de los mismos. Un trabajo integral para cada conflicto (gestión y resolución) supervisado en todo momento por un profesional, que además de aplicar las técnicas y habilidades mediadoras, en todo momento va a transmitir serenidad, orden y confianza para que las partes pueda alcanzar un acuerdo satisfactorio y entre ellas las siguientes:


El mediador establece las normas. El Mediador es el encargado de establecer las normas para el buen funcionamiento de una Mediación profesional dentro del marco de la Ley /05 sobre mediación civil y mercantil,  y para llevar por el camino de respeto y comunicación de los que están afectados por un conflicto .
No juzga. Los conflictos no deben verse como algo negativo o positivo, simplemente se trata de canalizar la forma en la que ese conflicto se puede abordar. Por tanto, los Mediadores no deben ejercer de juez y parte en un conflicto, sino que son una pieza más para la resolución del mismo.   
No sanciona. Al ser la Mediación de carácter voluntario, el Mediador no tiene la capacidad para sancionar un conflicto

Escucha activamente. La función del Mediador se centra en la escucha activa, es decir, escuchar y ser capaz de comprender a las personas afectadas por un conflicto, y sin emitir nunca juicios de valor.
Saber  preguntar, (es un arte). Por ello, debemos tomarnos nuestro tiempo para pensar bien qué queremos preguntar a nuestro interlocutor, sobre todo si es a personas que padecen un conflicto. Esto evitará las ambigüedades y los mensajes distorsionados. Para saber preguntar primero hay que saber escuchar.
Saber parafrasear. Una vez las personas afectadas por un conflicto han dado su versión, es muy importante que el Mediador sea capaz de parafrasear lo dicho por los afectados por un conflicto. El hecho de poder parafrasear permite que otra persona neutra al conflicto diga las palabras que los afectados por el conflicto han pronunciado. Es muy importante que el Mediador haga ver a las personas que asisten a una Mediación que en ocasiones hay diferencias entre lo que se dice, lo que se quiere decir y lo que los demás han entendido. El valor de la palabra es algo esencial en una Mediación porque de ella depende en gran medida la resolución de cualquier conflicto.
Transforma el conflicto. A partir de la escucha activa el Mediador debe esforzarse en crear opciones que ayuden a resolver el conflicto. 
No da soluciones. Aunque es algo que a los afectados de un conflicto les cuesta entender en ocasiones, el Mediador no debe ser la persona que solucione el conflicto. El conflicto debe ser resuelto por las personas afectadas. En este sentido,el Mediador tiene como objeto escuchar, clarificar, crear opciones, pero no debe dar la solución o soluciones a ningún conflicto. 
Respeta la confidencialidad. El proceso de una Mediación debe basarse en el respeto a la confidencialidad de las personas que aceptan una Mediación. La confidencialidad es un aspecto básico para la generación de confianza.
 Mediar es mucho más que ponerse en medio.
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