Tiempo de gratuidad de la mediación

Hoy  con dolor, no cabe otro remedio que decir que vivimos  tiempos de penumbra y tristeza, por tantas y tantas perdidas, de vecinos, amigas y amigos, incluso familiares, que se han marchado. Aunque con el corazón encogido, pero con más razón si cabe, se  hace imprescindible reflexionar, sobre lo que  ocurre y  analizar con responsabilidad lo que podemos dar cada uno de nosotros para seguir viviendo y a ser posible recuperar una normalidad social, que tanto necesitamos. Nosotros no debemos olvidar que además de ciudadanos, somos mediadores.
En estos días tan difíciles el Ministerio de Justicia con operadores jurídicos y sociales, están preparando unas medidas de choque para después del confinamiento, al que este bicho (virus) nos ha sometido. Pues son conscientes obligados, del alto impacto; político, económico y social que el coronavirus  ha creado y va a seguir creando de forma exponencial en el tiempo más cercano.  Y como siempre los más débiles son los que padecen con mayor crueldad los efectos.
Las crisis a quienes  afectan con mayor virulencia  es al núcleo pendular de cualquier sociedad, que  no es otro que el familiar; reducción de salarios o pérdidas del trabajo o de las propias empresas de uno o de todos sus miembros. No poder pagar la hipoteca o alquiler,  ver que los tuyos pasan hambre y otras necesidades, están afectando y alterando a las relaciones de convivencia . A nadie se puede escapar  que trabajadores, empresarios son ciudadanos, que configuran la familia, los grupos y por tanto toda la estructura social. 
Todos y cada uno de estos problemas; empresariales, laborales, comerciales, administrativos y bancarios, tienen consecuencias inmediatas en la sociedad y en la justicia, que por cierto ya estaban sufriendo grandes turbulencias con la consiguiente perdida de confianza como instituciones y como organización en el ámbito democrático.
Esta situación de crisis, hace ahora más necesaria y urgente  que la Administración de justicia se deje de remilgos  y de mirarse a un ombligo que ya no tiene, y le de valor a la Ley 05/2012, sobre Mediación Civil y Mercantil, que la necesita y requiere para cumplir el cometido para el que ha sido creada,  e implemente su organización con este modelo autocompositivo en la resolución de conflictos y no solo para evitar el colapso que ya es un hecho en la Administración  de justicia en todos los ámbitos de su actuación, sino porque el sistema judicial ante el volumen de demandas y requerimientos que se le van a presentar, cuando se inicie el llamado desescalamiento, puede verse maniatado y/o en quiebra total, por falta de recursos para respuestas justas y jurídicas, sobre todo a los problemas de las familias que si no les ofrecemos soluciones la convivencia social se hará imposible. 
Ha llegado la hora de que las administraciones públicas, tomen la temperatura real a la situación y sen den cuenta de que van por caminos muy distintos y distantes a la sociedad y a las situaciones de tanta gravedad que estamos padeciendo. La administración de justicia en su conjunto con las administraciones políticas  deben tomar medidas para paliar los conflictos que se presentan y hagan de la justicia restaurativa el instrumento de mas valor, robusto, gratuito y universal, para que nadie se quede atrás o fuera del marco del Estado de Derecho y de la sociedad que hay que reconstruir. Y desde mi punto de vista, la Mediación es el camino más adecuado y preparado para afrontar los retos que la sociedad nos demanda, la justicia necesita y la naturaleza nos obliga.
Es el momento de que la mediación profesional se ponga al frente de esta situación de conflicto y se instale como el modelo necesario no solo para la Administración de Justicia sino para toda la sociedad en general.

  

1 comentario:

  1. Gracias profesor¡¡¡ gracias por compartir con todos, tu sentir y la forma de ver las relaciones sociales, a través de la cultura de la paz, eliminando conflictos a través de el primer invento del humano, el LENGUAJE.

    Alguna veces lo sencillo es lo más pertinente, y empeñados todos, en aparentar volver a lo sencillo que es pensar y hablar, parece lo más difícil.

    Por tanto, enhorabuena por regalarnos reflexiones tan profundas con toda la experiencia y visión que te caracteriza.

    ResponderEliminar